
La Luna ha sido venerada y relacionada con piedras sagradas especiales desde hace miles de años. Tradicionalmente, las piedras blancas se asocian a la Luna Creciente y Llena y las piedras negras u oscuras a las fases menguante y nueva. Estos cristales le ayudan a sintonizar sus vibraciones con las de ella (la Luna) induciendo de este modo sueños más definidos, percepciones más intensas y entendimiento emocional. Algunos cristales lunares tienen un efecto regulador del ciclo menstrual, de los sueños y de la emociones. Los cristales más sen consonancia con la Luna son.
Celestina: en su variedad blanco-azul.
Piedra Luna: equilibra el ciclo hormonal, calma emociones agitadas en especial motivada por asuntos familiares e induce sueños lúcidos.
Agua Marina: de color azul sólido. Es el cristal perfecto para los sueño, te pone en sintonía con los ritmos del mar y las profundidades del espíritu para que se pueda acceder a la sabiduría.
Piedra Blanca Redonda: cualquier piedra redonda de color blanco puede representar a la Luna Llena o intensifica su conexión con la Luna.
Azurita: conocida como la piedra del cielo. Ayuda a sintonizar la mente con el mundo psíquico. Su color oscila entre el azul oscuro y el azul celeste, uno de los colores lunares.
Perla: las perlas son símbolos de la Luna porque se forman en el mar. Representan la pureza, la transparencia y la gracia y conviene utilizarla para acrecentar estas cualidades.
Cuarzo Transparente: un cristal que parece agua helada. El cuarzo transparente tiene una gran afinidad con la Luna y se utiliza para multiplicar y dirigir los rayos lunares en las ceremonias de curación.
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